Panem et circenses ... estamos en la final. 2008-06-26

 

Hace unos días escribía una nota sobre el "EQUIPO DE HIERRO" español y lo que suponía romper los límites, pasar la barrera psicológica, pasar de cuartos. Y ahora ya estamos en la final y a un partido de ser campeones.

Hace unos días yo era un ser cerebral y quasi-intelectual que pasaba de este negocio antinatural y perverso que paga millonadasa a unos jovencitos en pantalón corto que corren cada semana para meter la pelotita en la portería. Hace unos días la camiseta española me resultaba casi molesta. Ahora me haría gracia ... me encantaría ... que ganara el equipo español. No sé cómo se ha producido esta transformación pero es paradójicamente muy agradable y casi molesta.

Si Karl Marx levantara la cabeza se daría cuenta de que la religión ya no es el opio del pueblo, puede que en el mundo musulmán sí que tenga algo de eso, pero las religiones cristianas y principalmente la católica ya no tienen ese poder adormecedor de la planta estupefaciente en cuestión. La cúpula del poder católica con obispos y papa a la cabeza han dejado de tener el atractivo y el poder de convicción y de influencia necesarios para ser "opio". La distancia entre estos y la sociedad es tan grande que es como si hubieran roto el "hilo de plata" para entenderse e influirse mutuamente.

Pero podemos estar tranquilos, el opio del pueblo actualmente es el deporte y los programas del corazón. Dos actividades de lo más formativas de la mente y el intelecto humano.

Pero nos podemos desplazar más en el pasado, no quedarnos en nuestro añorado amigo Carlos sino ir a la Roma clásica. Allí hablaban del "Panem et Circenses" para tener contenta a la plebe y que no dieran problemas a los gobernantes. El PANEM podría equipararse con el "bienestar social" que en el momento actual está amenazado por la cacareada "crisis" que se nos viene encima. El CIRCENSES sería la televisión y los comentados "deportes y programas del corazón". No eran tontos esos romanos. Los que parece que no hemos avanzado casi nada desde esas lejanas épocas de antes de Cristo somos nosotros.

Pero como decía mi tío Ambrosio: "Dame pan y llámame tonto" y ... qué narices, ESTAMOS EN LA FINAL.

Ilustra la nota patriótica (¿?) y social una viñeta de Salvador Larroca de su Iron Man.

Ramón Rosanas. El Sentry que no veremos. Fallece Michael Turner